Sus representantes abandonan la reunión del Consejo de Personal de las Fuerzas Armadas.
El Consejo de Personal de las Fuerzas Armadas ha sido el escenario en el que cuatro de las cinco asociaciones de militares han escenificado su ruptura con el Ministerio de Defensa.
La Unión de Militares de Tropa (UMT), la Asociación de Tropa y Marinería Española (ATME) y la Asociación Profesional de Suboficiales de las Fuerzas Armadas (Asfapro) se han levantado de la reunión de este órgano, que presidía la subsecretaria de Defensa, Amparo Valcarce.
También la Asociación Unificada de Militares Españoles (AUME) ha abandonado la reunión tras leer su representante una nota. Esta asociación denuncia el "desprecio institucional" del Ministerio de Defensa.
En el caso de UMT, ATME y Asfaspro, explican que han abandonado el encuentro con la subsecretaria y otros altos cargos como reacción a “tres negativas” por parte del Ministerio de Defensa.
Denuncian que el departamento que dirige Margarita Robles se ha negado a informar en el pleno del Consejo de Personal sobre el plan de mejora de retribuciones. También señalan “la falta de incrementos salariales reales para el 2022”, y que “la ministra no quiere recibir a las asociaciones”.
Las tres asociaciones que han acordado una respuesta conjunta critican que este miércoles se reunió la Comisión de Trabajo sobre Retribuciones, órgano en el que Defensa informa sobre el plan para subir los sueldos de los militares.
Desde Asfaspro, ATME y UMT denuncian que en dicha comisión, el ministerio se limitó a informar “vagamente de la modificación del Complemento de Dedicación Especial, pero sin cambiar la orden que lo regula”.
Eso no es suficiente para estas tres asociaciones de militares, ya que destacan que una hipotética mejora en el Complemento de Dedicación Especial “no se consolida y no siempre se cobra”, y además añaden que dicho complemento “es el más injusto y arbitrario porque se reparte a criterio personal subjetivo del jefe de unidad, y beneficia precisamente a los empleos superiores”.
De ahí que concluyan que el planteamiento que hace el Ministerio de Defensa “no es un aumento retributivo sino un aumento de la arbitrariedad”.
“El personal militar, presente en todo tipo de crisis, a las que se suma esta semana el hacer frente a las crecidas de los ríos, comprueba que mientras en otros ministerios (Justicia, Interior…) el personal va a recibir incrementos salariales reales, para el personal militar solo hay palabras vagas de la ministra y de la subsecretaria de Defensa”, critican las tres asociaciones que se han unido en esta queja.
Atacan a Margarita Robles, por declarar reciente que ya se hizo “un gran esfuerzo” aumentándoles la nómina este año y que ningún militar le ha solicitado aumento retributivo.
“Estas declaraciones solo demuestran desprecio hacia el personal a su cargo -que califica de limosna el aumento- y a sus representantes”, sentencian ATME, UMT y Asfaspro.
Todas estas razones esgrimen esas tres asociaciones profesionales para marcharse de la reunión del Consejo de Personal de las Fuerzas Armadas: “Ante las negativas del ministerio, las tres asociaciones profesionales se han visto obligadas a no participar en una escenificación vacua y denuncian que el colectivo militar es tratado únicamente como mano de obra barata a quien se pretende ningunear impunemente”.