CARTA ABIERTA DE UN PSICOLOGO OCTOGENARIO
A UNA SEXAGENARIA SOLTERONA
(valga lo peyorativo del uno por el de la otra)
Muy señora mía:
Cómo esto es una carta abierta, que responde a dos de sus lamentables intervenciones, a micrófono abierto, referidas a Militares retirados, voy a dar unas pinceladas sobre problemas de comportamiento, dirigidas a eventuales lectores no iniciados.
Existe un desarreglo psicológico, que afecta sobre todo a las mujeres, que puede influir en su comportamiento y se manifiesta en períodos, más o menos frecuentes, de exaltación nerviosa. Estos pueden aparecer ante situaciones, en las que el sujeto (a) se ve superado (a) por acontecimientos que escapan a su control o suscitan su inquietud. Se trata de la histeria (relacionada con el útero), que, de episodios aislados, puede llegar a convertirse en una enfermedad crónica invalidante.
Yo no voy a entrar en la crítica de sus lamentables discursos (¿los escribe usted?) pues ya lo han hecho plumas más afiladas que la mía, pero no puedo dejar de poner de manifiesto, algún punto que usted aborda con voz destemplada, evidentes señales de agitación anímica y pérdida de la compostura.
Ha sido usted particularmente desafortunada, yo diría que incluso cruel, cuando nos acusa de embozarnos en el uniforme; yo no me he embozado en el uniforme más que para protegerme, en las frecuentes tormentas de arena, los temidos sirocos, en mis años de Teniente en la Legión, en el desierto del Sahara. Por cierto, teníamos una prenda del uniforme, complemento de la gorra, que se llamaba siroquera, que flotaba sobre la nuca y servía para embozarse. También me he embozado en misiones de reconocimiento, exploración o protección de convoyes y después, en cada empleo, en las largas y frías noches de servicio de guardia, o maniobras en el campo, en las que había que dormir con un saco como única cobija, mezclado con mis soldados, allí donde acababa el movimiento del día, incluso en mi Mando de General.
Para que vea que no me embozo, (¡Que mortificante es usted! Me la imagino pensando en: capa, Esquilache, motín...) voy a darle mis coordenadas.
Carlos Bravo Guerreira, componente de la XIII Promoción de la AGM; nº de sable: 4357.
64 Promoción de Estado Mayor.
92 Promoción de la Escuela Superior de Guerra de Paris.
BMS del Ejército Frances.
Varios Cursos de especialización, entre ellos: en Italia (Colegio de la OTAN de Roma); Alemania, (Escuela de Psicología Aplicada) y Francia (Curso Superior de Guerra Inter Ejércitos-EMACON)
Psicólogo por la Universidad Pontificia de Salamanca.
Diplomado Superior de Psicología Militar.
El “grupo de octogenarios” no trata de representar a nadie, sólo de transmitir a su Capitán General, Su Majestad el Rey, su inquietud por la deriva que va tomando Nuestra Patria, pilotada por un equipo de políticos, algunos incompetentes y mentirosos, paralizados ante las circunstancias adversas, que llevan a España hacia una inasumible crisis económica, social e institucional.
Mire, Doña Margarita, en sus últimas intervenciones ante la televisión, he visto un par de brotes de pérdida de compostura, de alteración nerviosa, que ponen de manifiesto algo inquietante. Yo le aconsejaría, como dice ahora la gente joven, que se lo haga mirar.
Y para terminar con este enojoso asunto, le sugiero que, aceptada la mala praxis, busque usted la forma en la que, sin menoscabo de su autoridad, se disculpe con este grupo de hombres honrados que somos los Militares Retirados, libres e iguales en derechos a todos los ciudadanos que tienen la suerte de ser españoles.
Madrid 11 de enero del 2021
Atentamente : Carlos Bravo Guerreira
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