miércoles, 23 de marzo de 2022
Marta Jiménez: «La imagen de la Patrona también está en los capotes de paseo»
martes, 22 de marzo de 2022
lunes, 21 de marzo de 2022
EL SISTEMÁTICO ATAQUE A LAS CIUDADES.
Por el general del Ejército de Tierra Jesús Argumosa Pila, para Diario Sur, del día 18 de marzo de 2022, página 38.
En esta guerra se están utilizando operaciones militares similares a las efectuadas por las Fuerzas Armadas rusas, colaborando con las fuerzas militares de Bashar al-Asad en la guerra de Siria.·Me refiero al brutal y sangriento ataque, con los combates correspondientes, que sufrió la ciudad de Alepo, quedando al final totalmente destrozada.
Pero si en Siria el ataque a las ciudades fue más bien puntual, en Ucrania constituye una de las operaciones más comunes. En este vigésimo tercer día de la guerra, al menos hay cinco ciudades sufriendo un embolsamiento militar, pero sin ser conquistadas todavía. En el nordeste se encuentran rodeadas Járkov, Chernígov, Konotop y Sumy mientras que en el sur se halla sitiada Mariúpol. Es verdad que Jersón al noroeste de Crimea ya ha sido tomada, pero Kiev, la capital y objetivo principal de la guerra, aún no ha sido rodeada como paso previo a la conquista.
Lo que sí es cierto es que las fuerzas militares rusas están sufriendo un gran desgaste acompañado además de una frustración en su empeño de tomar estas ciudades, por cierto, operaciones con una elevada tasa de mortandad, originada por las numerosas bajas que se producen en el combate urbano. No olvidemos que esta guerra reúne un alto componente emocional. Sin duda, las unidades utilizadas en estas operaciones están afectando negativamente a la masa de maniobra necesaria para conquistar otros objetivos del territorio ucraniano.
Como una derivada de este planteamiento estratégico se halla la lentitud en él avance de la campaña rusa por el teatro de operaciones de Crimea. Los numerosos días y la gran cantidad de unidades empeñadas en la toma de ciudades resta agilidad, velocidad de progresión y capacidad de maniobra a la totalidad de fuerzas rusas empleadas en este conflicto.
Posiblemente, mucho más eficiente hubiera sido rodear las ciudades y progresar rápidamente para ocupar los objetivos estratégicos más importantes del teatro de la guerra. Entre ellos se hallan los existentes a lo largo del río Dnieper desde Kiev hasta Dnipro y Zaporiyia, pasando por Poltava como maniobra más decisiva en el propósito de embolsar a las fuerzas ucranianas situadas al este de dicho río, asegurando de esta forma el control del Dombás por parte rusa.
jueves, 17 de marzo de 2022
'Infierno Blanco 22': los Grupos de Operaciones Especiales de EE.UU. se unen al Ejército español.
'Infierno Blanco 22': los Grupos de Operaciones Especiales de EE.UU. se unen al Ejército español
El ejercicio, que se desarrolla por segundo año, busca la «interoperabilidad» entre unidades diferentes.
Mando de Tropa de Montaña
lunes, 14 de marzo de 2022
España despliega por primera vez en el exterior su artillería pesada ante la amenaza rusa
Media docena de obuses M109 pasarán a forma parte del contingente desplegado en Letonia con la OTAN
domingo, 13 de marzo de 2022
LA RESILIENCIA DE LA OTAN, por Federico Aznar Fernández-Montesinos
ASOCIACIÓN ESPAÑOLA DE MILITARES ESCRITORES (AEME) 1º CICLO 2022
La OTAN es un pacto multilateral del que deriva una organización política intergubernamental. Su éxito no es sólo haber derrotado a la antigua URSS sin emplear las armas, sino el haber sido capaz de mantener la cohesión de la Alianza, que es realmente lo que lo hizo posible y que aún explica su supervivencia, después de desaparecer las razones de su creación. Así ha sido siempre. Como dijera el General Wesley Clark durante la guerra de Kosovo “ningún objetivo o conjunto de objetivos era más importante que el de mantener cohesionada la OTAN.”[1]
La resiliencia, que es de lo que se está hablando, encarna un proceso: es el arte de navegar en los torrentes. Esta se mediría por la fortaleza frente a perturbaciones externas, pero también por su capacidad para volver a su funcionamiento tras una perturbación; e incluso por su capacidad de transformarse para afrontar nuevos retos. Es la resiliencia como estabilidad, como capacidad de recuperación o incluso de transformación.[2]
Así, la OTAN acreditando su resiliencia, tras la caída del Muro y siendo una organización político militar, mutó, de modo que el peso del componente militar disminuyó en beneficio del rol político. Su existencia hoy se explica por los beneficios que aún trae para sus miembros. La OTAN ha estructurado un espacio de estabilidad y diálogo constante. Su desaparición hubiera provocado el rearme de sus miembros y desestabilizado Europa.
Enfocarse en la resiliencia supone centrarse en lo que las organizaciones pueden hacer por sí mismas. Los términos «resiliencia» y «vulnerabilidad» son las caras opuestas de la misma moneda, pero ambos son los términos relativos. Como la vulnerabilidad, la resiliencia es compleja y multifacética.
La formulación del concepto, aunque intuida por muchos – Clausewitz entre otros – es relativamente reciente y se debe a Bolwby (1992) que la definió como «resorte moral, cualidad de una persona que no se desanima, que no se deja abatir» e incorpora dos componentes: Es la resistencia frente a la destrucción; y más allá, la capacidad de forjar un comportamiento positivo aun en circunstancias difíciles. El concepto incluye, además, la capacidad de un sistema social de afrontar adecuadamente las dificultades, de una forma socialmente aceptable.[3]
Cohesión y resiliencia: valores e intereses compartidos.
El espacio de la Seguridad y Defensa agrupa unos intereses vitales que, por serlo, trascienden la coyuntura interna de los países, estos son los más fríos de los intereses fríos, al decir de Bismark. Estos son constantes en el tiempo y cuentan con una vocación de largo plazo; el camino emprendido en común sirve para limar asperezas y poner en valor lo común.
Ello se explica porque los acuerdos militares implican una similar visión del mundo, valores compartidos e intereses comunes, esto es, sin graves incompatibilidades, cuando no de una amenaza o un enemigo que afrontar. A su vez estos acuerdos, por su carácter nuclear, tienden a expandirse a otros ámbitos: comerciales, tecnológicos, industriales…
En los acuerdos bilaterales, su naturaleza depende sustancialmente del potencial de las partes; normalmente proporcionan un mayor respaldo político, pero son más frágiles. Si las partes son manifiestamente heteropotenciales la relación difícilmente puede ser biunívoca pues son difíciles los mecanismos de compensación adecuados. Como resultado se genera una gran dependencia de la parte más débil al tiempo que la más fuerte puede romperlos con menor costo.
La cooperación multilateral al diluir las diferencias individuales pude servir como medio de contrarrestar los desequilibrios en las relaciones de poder, ya que reduce la pérdida de soberanía implícita a cualquier pacto y la dota de una dimensión más igualitaria y democrática. Los acuerdos multilaterales permiten una mejor articulación de los intereses, amplían el marco para la negociación y el intercambio confiriéndole, además, un carácter estable y duradero.
Es más, el mero fallo de un Estado hace vulnerable al conjunto del sistema. Puede decirse así que la OTAN cuenta con la fortaleza del Estado más débil, lo que obliga a su fortalecimiento por mero interés general, mejorando la igualdad.
Una cuestión derivada de estas relaciones es que limitan el alcance de las controversias entre las partes con intereses enfrentados como consecuencia natural de los límites impuestos por el marco. Aún es más, el hecho de que se amplíe el abanico de opciones de negociación da más cancha al encuentro, lo que a su vez legitima las decisiones no sólo con la aquiescencia de todos sus miembros, sino también con la fuerza del concierto de voluntades de una comunidad de naciones formado a partir de los principios de diálogo y cooperación.
Esto da pie a una notable práctica de intercambios de apoyos para las más diversas instancias internacionales, lo que se conoce como fórum shopping. El apoyo de países como Estados Unidos se torna crítico en este contexto por su representación en todas ellas.
La existencia de un foro permanente e institucionalizado de debate permite modular el conjunto del proceso y facilita la creación de canales informales.
Así los militares cuando retornen a sus países mantendrán el contacto con sus compañeros a los que dispensarán de confianza y atribuirán, pues los conocen, credibilidad. De esta manera personalizarán las relaciones interestados y, con ello, se contribuye al afianzamiento. Además, son mesas permanentes y arbitradas para el encuentro político y la resolución de todo tipo de problemas comunes.
Es más, puede afirmarse que los acuerdos militares no sólo gozan de una gran estabilidad, sino que contribuyen a la pronta recuperación de las relaciones diplomáticas interestados tras cesar su perturbación.
Y es que han demostrado ser capaces de soportar las modificaciones en las coyunturas políticas de las partes y aún del propio escenario internacional, ya que las relaciones entre las Fuerzas Armadas de un mismo entorno estratégico afectan directamente a sus intereses vitales y requieren de una poderosa base cultural común. Otras razones están en la cultura de los Ejércitos como organización, en el prosaísmo de la rutina castrense y en su tendencia natural a perpetuar lo que ya está en marcha.
Así, las organizaciones de Seguridad y Defensa, como es el caso de la OTAN, pueden resultar fruto del momento, de la necesidad de responder frente a un enemigo común lo que obliga a dejar aparcada las diferencias y contradicciones y posibilita una construcción sólida y duradera. Pero una vez creadas trascienden a las causas que sirvieron a ello e incluso a su propio éxito.
Como resultado, la OTAN es la organización que más intereses de europeos y norteamericanos agrupa. De hecho, no hay organizaciones comerciales, ni siquiera acuerdos que la iguale. Recuérdese el fracaso del Tratado de Libre Comercio entre Europa y Estados Unidos que, por el contrario, sí prosperó con Canadá. La OTAN es un puente que une las orillas de ambos continentes. De hecho, puede decirse que es el único puente que de facto los une. Y volar puentes es una actividad infrecuente.
Conclusiones.
El mundo está en permanente transformación. La globalización es un proceso difícil de impedir y aun de condicionar. En este contexto, la OTAN es la única organización intergubernamental que incorpora formal y específicamente a Europa y a América del Norte como únicos actores.
Estados Unidos y Europa representan cada uno menos del 20% del PIB mundial y es de prever el sorpasso de China antes de 20 años, si es que este no se ha producido ya, de modo que el PIB europeo y norteamericano, pese a incrementarse, se reduciría en ambos casos a menos del 15%. Por tanto, si Europa y Estados Unidos quieren operar en el medio internacional deben ir juntos.
La OTAN puede tener sus problemas y sus debates, pero su disolución no sería una buena noticia para sus miembros. Por el contrario, y como a todo puente, interesa reforzarla, fortalecerla. Y más si se piensa que sin la conformidad de Estados Unidos, y hasta sin su patrocinio, la Unión Europea no hubiera existido.
Estados Unidos dota de la mayor parte de las capacidades a la Alianza no en vano asume en torno al 36% del gasto militar mundial. Pero ese no es fruto de una desinteresada prodigalidad; Estados Unidos es una potencia global, y las Fuerzas Armadas están dimensionadas de modo acorde a los intereses. Tal cosa es muy gravosa tanto en términos económicos como militares y políticos.
La OTAN, a su vez, actúa reforzando a este país políticamente, además de militarmente. El liderazgo de los Estados Unidos requiere, para poder existir, la concurrencia de otros actores. A través suya obtiene legitimidad para las operaciones en las que esta organización se implica, la de nada menos que de 29 democracias – algunas de ellas las más avanzadas del mundo – toda vez que las decisiones en su seno se toman por unanimidad. Y la legitimidad en un conflicto es muy relevante, habida cuenta de su eterna naturaleza política. Por eso Estados Unidos no es Marte ni la UE Venus.
El centro de gravedad de la Alianza Atlántica ha sido siempre su resiliencia, la cohesión del conjunto de aliados. La solidez del vínculo trasatlántico fue lo que hizo posible la derrota de la Unión Soviética. La fuerza de la OTAN se basa en la solidaridad euroatlántica y en la credibilidad de su disuasión, de su herramienta militar. Mejorar la resiliencia de la OTAN es fortalecer su cohesión y tal cosa pasa por mejorar tanto la cohesión de la Unión Europea como la del vínculo transatlántico, pero también fortaleciendo una visión compartida e incrementando los intereses y relaciones que los unen, esto es, propiciando su integración.
Precisamente el objetivo principal de la ofensiva rusa.
viernes, 11 de marzo de 2022
miércoles, 9 de marzo de 2022
8M. Una Vez más, por Verónica Domínguez Donaire.
Publicación digital de Artículos 30. La mujer y las Fuerzas Armadas en el 8 de marzo día de la MUJER. Verónica es esposa de militar, pero también es analista de política internacional, profesora y una mujer trabajadora, sin dejar de ser mujer.
lunes, 7 de marzo de 2022
TERTULIA | ¿Servirán para algo las armas que envía España a Ucrania?
Análisis del coronel Enrique de Vivero y Daniel Álvarez Estados Unidos, Alemania, Italia, Países Bajos, Finlandia, Noruega, Rumanía, España... En el aluvión de ayuda en forma de armas enviada a Ucrania predominan, por razones prácticas, los misiles.
domingo, 6 de marzo de 2022
Segundo café. En Ucrania defensa popular total
Paco Linares entrevista al Coronel de Estado Mayor, D. Rafael Vidal, para hablar sobre la situación en Ucrania.
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Eduardo Nieto: «Nunca olvidaré la emoción que viví la primera vez que salí en la procesión de la Patrona, en 1981».
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